lunes, 11 de agosto de 2014

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domingo, 20 de julio de 2014

La maduración profesional

Se da en nuestra profesión una lamentable y triste situación que por un lado lleva a frustrar la vocación de un@s y por otra pone en riesgo la esperanza y la inversión de otr@s.

La cuestión es la dificultad que tienen l@s profesionales, tras adquirir la formación adecuada, para acceder a un puesto de trabajo que les permita madurar los conocimientos e incrementar las horas de prácticas en centros gestionados por profesionales de la peluquería canina mas experimentados.

La ocasión de seguir evolucionando habitual en otras profesiones se ve frustrada por la escasa capacidad de contratación de ayudantes en las peluquerías caninas ya establecidas debida a la competencia de clínicas y tiendas que son las que concentran la mayor parte de la oferta laboral del sector.

Esta situación les obliga a aceptar un puesto de trabajo para el que aún no están suficientemente preparad@s, someterse a una dirección y unas exigencias por parte de personas ajenas a la profesión y unas condiciones laborales que favorecen a la parte contratante en las que a menudo han de compatibilizar su trabajo como peluquer@s canin@s con la asistencia en la clínica o las tareas propias de una tienda de animales.

Es triste comprobar como personas con una gran vocación y buena mano para el cuidado animal acaban quemándose y abandonando su sueño o lanzándose a la aventura de iniciar su propio negocio invirtiendo los medios que pueden reunir en una lucha por la supervivencia empresarial en dura competencia con centros en los que al ser esta una actividad complementaria pueden permitirse ofrecer tarifas muy bajas o con quienes deciden trabajar por su cuenta y al margen del sistema.

Como formadores de nuevos profesionales desde hace años hemos asistido y seguimos asistiendo al momento en el que se enfrentan al vacío posterior a la finalización de su curso, a la necesidad que tienen de continuar, de madurar su formación y la incapacidad para integrarse en un centro especializado, a la frustración que supone en el mejor de los casos enfrentarse desde la inexperiencia a un puesto de trabajo en el que la exigencia es el tiempo de servicio por encima de la calidad o el bienestar del animal, a ofertas laborales en condiciones dudosas en las que ante cualquier queja se les ofrece la salida ya que para el contratante no es mas que otr@ posible candidat@ de l@s much@s que esperan tras la puerta.

Resulta lamentable también comprobar como en numerosas ocasiones los servicios de peluquería canina son realizados por personas sin la preparación necesaria y cuyo aprendizaje se ha basado principalmente en la imitación de las prácticas realizadas por quien le precedió en el puesto, sin una base formativa que le permita comprender lo adecuado o inadecuado de sus prácticas.

Solo se puede considerar profesional de la peluquería canina quien se preocupa de aprender continuamente sobre nuestra actividad, de evolucionar, de mejorar la técnica y los conocimientos de forma que el servicio de peluquería se realice con la seguridad, la calidad, el compromiso y el respeto que les debemos a los animales a nuestro cuidado y a quienes nos los confían.

Entradas relacionadas:
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Peluquería canina. Conclusiones

sábado, 19 de julio de 2014

Pelar perros no hace a nadie peluquer@ canin@. Profesionales y aficionados.

Resulta demasiado fácil acceder a un oficio como el nuestro sin regularizar, con muchos factores adversos, que no está siquiera reconocido como una especialidad que implica una gran responsabilidad y que requiere una formación específica previa.
Es realmente sencillo acceder al mercado laboral y ejercer sin los conocimientos elementales ni la mas mínima acreditación puesto que ni los clientes ni muchas veces los empleadores dan crédito o valor a un oficio que a menudo consideran de muy baja cualificación.
La cuestión es que al carecer de una titulación cualquiera que se arme de maquinilla y tijeras puede autodenominarse peluquer@ canin@, situarse en el nivel o categoría profesional que le convenga e incluso llegar convencerse de que sus prácticas son las adecuadas y sus servicios de calidad profesional ya que dan salida a la demanda de sus clientes.
La carencia de titulación y de categorías profesionales nos coloca a tod@s l@s profesionales e incluso a l@s aficionad@s en el mismo nivel sin otra diferencia que el tiempo de ejercicio o la reputación entre l@s compañer@s, ambos factores que solo acreditan capacidad de supervivencia y de generación de admiradores o aliados.

¿Cual sería la diferencia entre un profesional cualificado y un aficionado?
La misma que en muchas otras profesiones ya que el poner un enchufe no hace a nadie electricista, ni poner un grifo te acredita como fontanero, ni cocinar a diario te hace cocinero, ni cortar el pelo a un familiar o amigo te hace peluquero.
La profesionalidad y la especialización la otorga la formación, la experiencia y el conocimiento profundo de la actividad u oficio que se realiza y este es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo personal.
Cuando hablo de tiempo no quiero decir que quienes llevamos mas años ejerciendo hayamos alcanzado un nivel superior que nos otorga una supuesta experiencia porque el factor que determina el nivel profesional adquirido es por encima de todo la formación contínua, la necesidad de aprender no solo como se hacen las cosas sino porqué se hacen así proporciona una capacidad de analisis y un criterio personal que orienta el trabajo diario hacia una mejora contínua en el camino de la excelencia y el esfuerzo e interés aceleran el proceso ofreciendo profesionales sobradamente preparados en poco tiempo y otros estancados tras años de ejercicio profesional.

Tal y como están las cosas y mientras dejemos que sigan así la frontera entre profesionales y aficionados seguirá siendo difusa, aunque debería estar definida por el hecho de cobrar o no, marcando únicamente la diferencia lo que cada cual dice y hace, la obra de un profesional es hoy día su mejor cualificación y su éxito podríamos medirlo en la satisfacción de sus clientes y la estima o el valor que le otorgan sus colegas de profesión.

lunes, 23 de junio de 2014

Peluquería canina. El presente

La concienciación de la sociedad sobre las necesidades de higiene y cuidados de nuestros compañeros caninos ha generado una creciente demanda de servicios de baño y corte, especialmente del perro doméstico o de compañía.
Esta demanda ha hecho crecer el número de centros dedicados a esta labor, ha propiciado la continua mejora del diseño y la eficiencia de las herramientas, ha generado una evolución en la cosmética canina y mas recientemente ha propiciado un enorme incremento en la oferta de formación especializada.



Tras un pasado cercano en el que iniciarse en este oficio constituía un enorme esfuerzo en la búsqueda de información y una gran capacidad de observación y análisis de los arreglos presentados en las exposiciones de belleza, un tiempo en el que los conocimientos se ocultaban como un tesoro a quienes pretendían iniciarse profesionalmente hemos pasado a vivir un momento en el que la información fluye libre y en gran cantidad, en el que los peluqueros expertos comparten la sabiduría acumulada en años de trabajo, un tiempo en el que lo difícil es elegir entre tanta oferta formativa y de tan variada calidad.

Asistimos a la entrada en el sector de personas que sin la debida y necesaria formación previa realizan servicios que podemos considerar como poco profesionales o imitaciones incorrectas de los arreglos mas adecuados.  

Ha variado la trayectoria profesional en el inicio de los nuevos peluqueros en relación a la tradicional vía de acceso ya que a diferencia del pasado nos encontramos a menudo con profesionales que nunca han tenido contacto previo con el mundo de la cría y exposición de belleza canina cuando este era un requisito y una condición generalizada en el pasado. Este cambio generacional seguramente está produciendo muchos cambios en la relación entre el mundo de la exposición y cría y el de la peluquería canina considerada por algunos como “comercial”. De hecho son cada vez mas los nuevos profesionales que rechazan y procuran distanciarse de quienes consideran como vendedores de animales aunque también son muchos quienes se introducen en las exposiciones caninas tras sus inicios en la peluquería.

Muchos salones de peluquería canina se independizan dejando de ser un servicio complementario integrado en tiendas de animales y centros veterinarios, nuevos emprendedores siguen el ejemplo y se abren centros dedicados principalmente a la higiene, estética y cuidado del perro con una pequeña oferta complementaria en cosmética y alimentación especializada, la especialización está resultando ser muy eficiente para la supervivencia empresarial especialmente en los primeros años de actividad.

Las peluquerías modernas han ido incorporando nuevas herramientas y maquinas que simplifican considerablemente el trabajo. 
Los secadores, expulsadores y cabinas reducen el tiempo de secado mejorando la eficiencia del servicio. 
Las esquiladoras se han desconectado de sus cables haciéndose mas ligeras y permitiendo un uso mucho mas comodo y ergonómico. 
Las tijeras han mejorado sensiblemente la definición de su corte y acabados incorporando aceros de calidad, aligerando su peso, mejorando el equilibrio, incorporando nuevos diseños como el off set y se ha extendido el uso de las tijeras curvas y las imprescindibles tijeras de esculpir.
Han aparecido nuevos utensilios como los deslanadores (King Coat, Furminator…), cardas flexibles y otras que denotan una evolución del diseño las herramientas tradicionales. 

La cosmética moderna se ha puesto al servicio del cuidado del perro y son muchos los fabricantes de cosmética humana que desarrollan y ofrecen productos basados en los mismos principios y componentes naturales pero adaptados a las características propias de los canes.
Para el profesional resulta muy difícil hoy en día decidirse por una marca en concreto ya que la calidad y composición de los productos de gama alta es muy similar y la oferta muy extensa.
El peluquero canino actual dispone de una gran variedad de marcas que desarrollan productos altamente especializados y a menudo específicos que debe conocer, probar y seleccionar además de mejorar sus conocimientos en dermocosmética.
Champus, acondicionadores, mascarillas, perfumes, texturizadores y voluminizadores permiten además de hidratar el pelo dar volumen o alisar, mejorar la pigmentación, tratar problemas dermatológicos, proporcionar un buen aroma y todas las ventajas de la cosmética moderna.
A todos estos productos se une la cada vez mas frecuente aplicación de color y otros complementos ornamentales.

El color en nuestros perros presentado desde un pequeño detalle o tatoo hasta creaciones mas atrevidas que hace un tiempo estaba límitado a competiciones o exhibiciones es ahora un fenómeno o una moda en expansión y una nueva oferta de servicio en los salones mas especializados.

Tras años de seguir escrupulosamente en los diferentes arreglos las indicaciones expresadas en los distintos estandars raciales, rechazando fervorosamente cualquier iniciativa que no fuera considerada como ortodoxa aparece de pronto otra visión, otra forma de practicar el oficio basada en nuevos criterios estéticos y bajo un punto de vista diferente y lejano. En varias partes del continente asiático comienzan a incluir su propio gusto y criterio en el corte de pelo canino, aparecen fotos y se expanden rápidamente por la red con arreglos que a menudo recuerdan personajes del Manga y que rompen con la ortodoxia oficial.
Sin saber aún como definirlos asistimos a nuevas creaciones desarrolladas por peluqueros coreanos, japoneses y últimamente chinos que nos sorprenden con una creatividad enorme a la hora de crear nuevos cortes que transforman a sus clientes en muñecos muy atractivos como animales de compañía.
Numerosos profesionales que podíamos denominar “de la vieja escuela” aplauden y asumen este nuevo estilo que rompe con todos los convencionalismos de la peluquería canina clásica y que va en camino de convertirse en una alternativa mas para perros domesticos o de compañía y puede que incluso acabe convirtiéndose en una categoría de competición mas.

Aumenta el número de competiciones para peluqueros caninos en las que poner a prueba la destreza, los conocimientos y el control del estres que supone la realización de un servicio al máximo nivel posible bajo la atenta y crítica mirada de jueces y público. Esta es una experiencia muy recomendable para cualquier peluquero canino ya sea con el animo de competir o simplemente participar y superar una prueba que aporta confianza y solvencia profesional.

Ha mejorado considerablemente la consideración y el trato hacia los clientes de cuatro patas y son cada vez mas los profesionales comprometidos con la realización de sus servicios en la empatía y el respeto reduciendo el nivel de estrés que sufren muchos de los animales a su cuidado y mejorando las vías de comunicación con los mismos.
Esta forma de entender y desarrollar los servicios de higiene y estética canina se ha denominado peluquería canina en positivo y es una opción que facilita considerablemente la relación entre el profesional y el animal a su cuidado restando la negatividad a experiencia de acudir a la peluquería canina como consecuencia de los condicionantes previos y otros propios del servicio y que genera en el profesional una gran satisfacción personal.

La mejora del conocimiento del pelo, los ciclos de crecimiento y regeneración del manto canino y su función protectora ha propiciado entre los profesionales una creciente corriente de opinión contraria al rasurado indiscriminado que se realizaba por costumbre o por causas evidentemente erróneas como el calor veraniego o problemas percibidos por los propietarios como la caída de pelo por casa.
Está demostrada la negatividad de estas prácticas en determinados tipos de pelaje y la escasa o nula eficiencia en la mayoría de los diferentes tipos de manto canino.
Resulta como poco curioso que sean los profesionales que se supone que viven gracias a la práctica del esquilado estacional quienes muestren una mayor oposición a estos servicios, este fenómeno debería hacernos pensar en la ética profesional de cada cual y en la necesidad de la creación de un Código de Buenas Prácticas en la peluquería canina.

Con la información de la que disponemos ahora los peluqueros caninos y con todos los avances que se están produciendo deberíamos asistir a una evolución en nuestra profesión, una evolución que propiciara la necesaria unión del colectivo y la regulación profesional y formativa pero este proceso se ve obstaculizado por una serie de problemas.





domingo, 15 de junio de 2014

Peluquería canina. El pasado.


El oficio de peluquero canino surge de la necesidad de mantenimiento y cuidado del pelaje de unos animales con los que el hombre comparte desde hace mucho tiempo casa y a menudo trabajo, animales sometidos a una reproducción dirigida destinada a favorecer y fijar determinas características morfológicas y acentuar o atenuar rasgos de su comportamiento según nuestro propio criterio e interés.

Los humanos hemos seleccionado a partir de un animal, el lobo, durante generaciones formas y comportamientos en base a nuestro criterio estético e interés funcional y como consecuencia de esta modificación han surgido animales que responden a una misma denominación, el perro,  con grandes diferencias ya que no existe otro animal que presente tantas variaciones y a menudo con unas características que le generan una dependencia absoluta del humano para su supervivencia y bienestar. Dependientes

Al principio eran los propietarios de perros de utilidad como pastores y cazadores quienes se dedicaban a la selección de las características que consideraban mas adecuadas quienes cuidaban de sus perros procurando que el pelaje de los mismos no supusiera un obstáculo en su tarea seleccionando mantos resistentes a la intemperie, protectores y eficientes en el entorno de trabajo. Por lo general los mantos de estos perros requerían de pocos cuidados y en su caso el mantenimiento de su correcto equilibrio era asumido por sus propietarios.

Los perros denominados como de compañía eran considerados un lujo solo al alcance de los mas pudientes y su cuidado solía correr a cargo de los sirvientes o empleados a cargo de caballos y cuadras.
A medida que modificábamos nuestro entorno aparecían y se fijaban nuevas razas caninas en un proceso que se aceleró considerablemente desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX con la creación de clubs de razas y la proliferación de las exposiciones de belleza canina destinadas a promover la cría de las mismas dentro de unas reglas recogidas en los distintos standards raciales.


En algunas ciudades aparece un nuevo oficio que es el origen de la peluquería canina moderna, son los esquiladores quienes ofrecen sus servicios en plena calle o a domicilio en unas condiciones bastante precarias y con unos medios muy rudimentarios los encargados de mantener el pelaje de sus clientes en buenas condiciones y quienes generalizaron el rasurado del manto canino como una práctica adecuada.




Es a mediados del siglo pasado cuando las distintas razas existentes y las de nueva creación comienzan a entrar en multitud de hogares integrándose en las familias, la cría y venta de perros de raza crece exponencialmente.
Estos perros requieren una higiene y un cuidado que resulta complicado realizar en casa lo cual genera un aumento en la demanda de servicios especializados en su adecuado mantenimiento y cuidado.




Ante tal demanda son los criadores y aficionados a las exposiciones caninas quienes debido a su experiencia comienzan a ofrecer sus servicios, a estos se suman algunos veterinarios e incluso profesionales de la peluquería humana aficionados al mundo del perro y comienzan a abrirse salones de peluquería canina o servicios de peluquería en tiendas de animales y consultas veterinarias. Se desarrollan nuevas herramientas que facilitan el trabajo y aparece la maquina que revoluciona la profesión, la esquiladora eléctrica reduce el esfuerzo mejorando los acabados.

PROXIMA ENTREGA:
Peluquería canina. El presente.

domingo, 25 de mayo de 2014

Esculturas sobre pelo, fantasías en color.

Empezó como una excentricidad, un divertimento, una forma de ofrecer espectáculo por parte de profesionales del mundo de la competición, una excusa para romper con los esquemas clásicos de arreglo de las diferentes razas extraídos de la interpretación de los estandards de cada una de ellas, una ocasión para mostrar el virtuosismo alcanzado en las técnicas de  modelado del pelo y en definitiva una concesión a la creatividad y fantasía del o la artista.

Reconozco que la primera vez que asistí a una de estas transformaciones quedé impactado ya que sin previo aviso una prestigiosa peluquera canina mediante el corte a tijera comenzó a cambiar el arreglo tradicional de un caniche dandole unas formas que no conseguiamos identificar. Tras convertir el caniche en pony, con silla de montar recortada en su propio pelo, crines y pezuñas doradas la peluquera desapareció un momento tras el cual volvió a la escena disfrazada del Zorro. En ese momento nos dimos cuenta de que asistíamos a algo nuevo, a una de esas performances que podíamos empezar a ver gracias a internet realizadas por peluqueras caninas en su mayoría norteamericanas.

A pesar de aparentar ser esta una moda pasajera destinada exclusivamente al


lucimiento y disfrute en seminarios o eventos profesionales esta nueva forma de entender la  peluquería canina pasa a denominarse Creativa o Show Class y se convierte en una interesante opción para la competición en campeonatos profesionales en los que se realizan trabajos espectaculares.
Campeonato de peluquería canina
De un tiempo a esta parte se han desarrollado mucho las técnicas y se han
puesto a prueba productos que mejoran los resultados obtenidos y hacen posible algo inpensable como es su aplicación en la peluquería denominada comercial destinada a animales de compañía.
Poco a poco crece el número de profesionales que se atreven a ofrecer toques de color, tatoos, extensiones o cualquiera de las nuevas posibilidades de personalizar el arreglo de las mascotas de sus clientes.
Esta generalización del color sobre el pelaje canino ha abierto un intenso debate entre los profesionales y sobre todo ha incitado numerosas críticas y descalificaciones por parte de personas preocupadas por el trato ofrecido a estos animales pero es justo decir que son los profesionales que ofrecen estos servicios los primeros interesados en el bienestar y el respeto a los animales a su cuidado.
Todos los productos usados en la peluquería creativa han demostrado su nula toxicidad, la mayoría proceden del sector de la peluquería y estética humana e incluso alguno de ellos son juguetes destinados al uso infantil por lo que su correcta aplicación carece de riesgos para el animal y su compañía humana.

Sería dudosa su necesidad pero ya no nos llama la atención el hecho de pasear a nuestro perros con vestidos a la moda, collares de brillantes o cualquier otro elemento con el que los veamos mas guapos y nos proporcionen cierta satisfacción, esta no es sino una alternativa, otra forma de personalizar a nuestros compañeros.

Dudo que al animal le afecte el hecho de portar un toque distintivo y por miexperiencia pienso que las personas que solicitan este tipo de servicios están muy preocupados por el bienestar de sus compañeros y no recortan en ninguno de los gastos de su mantenimiento.

Si es a a menudo dudosa la calidad o el gusto en algunos de estos arreglos ya que es frecuente asistir a creaciones sin sentido estético ni armonía, trabajos que resultan una acumulación de color sin sentido ni criterio, carentes de los conocimientos técnicos necesarios, obras que ridiculizan más a sus creadores que a los modelos. Pero la calidad de la obra depende siempre del criterio del espectador y para gustos los colores.

Estoy totalmente de acuerdo con los comentarios ofrecidos por un conocido y admirado profesional de la peluquería canina cuando expresaba que no se debería tratar el manto del perro exclusivamente como un lienzo sobre el que pintar o modelar sino que el objetivo final debería ser resaltar y mejorar al animal de forma que este constituyera la obra. 





Este es un blog de peluquería canina en positivo y creo que si el resultado final de una de estas creaciones resulta agradable, no es molesto ni agresivo para el animal y sirve para reforzar una relación satisfactoria entre compañeros humanos y caninos puede resultar positivo. 

domingo, 6 de abril de 2014

Peluquería canina Conclusiones


La peluquería canina es una actividad que puede aportar mucha satisfacción personal ya que combina el trato y cuidado de unos animales excepcionales con la creación artística, es una profesión muy adecuada para personas dispuestas a superar retos, a aprender y mejorar de forma continua y que sean capaces de empatizar con los animales a su cuidado.

La anterior sería la visión positiva de la peluquería canina aunque lamentablemente las condiciones en las que actualmente se encuentra el sector hacen que con frecuencia este trabajo se convierta en una continua fuente de estrés y frustración que hacen que muchas personas pierdan la ilusión y opten por abandonar tras esfuerzo y gasto un futuro que imaginaban feliz.

Varios son los problemas que sufre el sector de la peluquería, higiene y cuidado animal.

-Imagen profesional devaluada.
Aunque hoy en día ha mejorado, la imagen del peluquero canino para gran parte de nuestra sociedad sigue siendo la del esquilador, que de forma a menudo abusiva en el trato, rapaba perros con la diferencia de que ahora contamos con locales mas acondicionados en los que cometer nuestras tropelías. A esta pésima imagen contribuye la realidad de que actualmente se sigue rapando indiscriminadamente todo animal peludo que se presenta en determinados centros.
Esta deficiente imagen profesional es la causa de que los clientes no sean mas exigentes a la hora de seleccionar un centro al que acudir con sus mascotas ya que a menudo consideran que todos son iguales.

-Falta de regulación.
La normativa escasa y ambigua permite que se realicen labores de peluquería canina en espacios no habilitados para la actividad y que un trabajo muy especializado y con ciertos riesgos sea realizado por personal sin la debida preparación previa y sin los medios adecuados.
La falta de titulación o acreditación profesional posibilita que cualquier persona realice sin trabas un trabajo especializado, delicado y de gran responsabilidad.

-Alto nivel de competencia desleal.
La competencia en tarifas a la baja y el desigual cumplimiento de la normativa merma la rentabilidad de aquellos empresarios de la peluquería canina que cumplen con todos los requisitos legales y fiscales limitando no ya su crecimiento sino la mera supervivencia empresarial.

-Oferta laboral en manos no profesionales.
La inclusión de servicios de peluquería canina en tiendas de animales y muchas clínicas veterinarias como una actividad complementaria hace que gran parte de la oferta laboral este manejada por personas desconocedoras de nuestra profesión, sin un criterio profesional adecuado en cuanto a la selección de candidatos ni en cuanto al perfil de los servicios ofrecidos en sus centros.
Esta actividad complementaria y frecuentemente considerada como promocional en estos centros canaliza la mayor parte de la demanda de servicios, limita el crecimiento en número de salones profesionales y la capacidad de contratación de los mismos ya que sus propietarios, generalmente profesionales de la peluquería canina con la debida formación  se ven obligados a trabajar en solitario.

-Formación no reglada.
La imprescindible formación continua y de calidad para el desarrollo de esta actividad se considera no reglada lo cual se traduce en la imposibilidad de acreditación de conocimientos y experiencia laboral adecuada al puesto de trabajo, la inexistente homogeneidad de contenidos entre las diferentes ofertas formativas y al crecimiento del negocio de la formación que convierten la búsqueda de un centro formativo en un laberinto lleno de trampas para quienes buscan iniciarse de manera adecuada. 

-Falta de unión del colectivo profesional.
El desconocimiento mutuo, el individualismo y tradicional rivalidad en competiciones de belleza canina o campeonatos de peluquería ha limitado varias iniciativas de asociación profesional.
De unos años a esta parte se está produciendo la entrada en el sector de personas no provenientes del considerado "mundo del perro", profesionales selectivos en su formación, preparados para enfrentarse a una situación que solo puede cambiar cuando realmente nos sintamos compañeros y entendamos que el bien de cada uno de nosotros y el futuro de nuestra profesión pasa por una unión del colectivo basada en la confianza y el respeto profesional.

sábado, 29 de marzo de 2014

La peluquería canina en positivo en REC+


Artículo publicado en el nº 15 la revista de educación canina en positivo REC+.
http://issuu.com/rec.positivo/docs/rec_15/1?e=1418284/7180465

Tradicionalmente se ha considerado a la peluquería canina como una actividad molesta, desagradable y relativamente innecesaria, un capricho que somete a los perros a una práctica que rechazan o la imposición de un proceso de higiene y corte de pelo que no le aporta ninguna ventaja inmediata o apreciable.

Los peluqueros caninos escuchamos a menudo frases como "pobrecito que ya sabe a dónde va" o "que le hacéis que no quiere entrar" pronunciadas por las personas que acuden con sus perros a nuestras instalaciones influidas seguramente por la actitud a menudo tímida o recelosa en la entrada.

En nuestra actividad al igual que en todas las demás relacionadas con perros o con cualquier otro animal se han dado y se dan comportamientos hacia los mismos que rozan el abuso y en algunos casos se convierten en un flagrante maltrato oculto tras las paredes de centros de cuidado, educación y hospedaje canino. 
Unas prácticas basadas en la imposición mediante la fuerza, en el dominio y el castigo físico que buscan el sometimiento del animal, prácticas que resultan un refuerzo a quien las infringe y que a menudo canalizan la frustración de personas incapaces y de baja o nula capacitación profesional.

En cierta forma la actitud hacia los animales de muchos profesionales de la peluquería canina tiene su origen en las teorías predominantes y procedimientos aplicados en la educación canina tradicional, el concepto de dominio-sumisión ha calado hondo en la sociedad y no es de extrañar que por consiguiente también lo haya hecho en el mundo de la higiene y estética canina.

Este paralelismo entre educación y cuidado y la necesidad de conocer el funcionamiento de la mente del perro y cuál puede ser su percepción de la realidad nos ha llevado a muchos peluqueros caninos a interesarnos por las nuevas corrientes de educación en positivo y así descubrir que el comportamiento de estos animales que tratamos a diario obedece a unas determinadas pautas y sigue un protocolo de señales destinadas a marcar una situación en la que se sienten incómodos o inseguros, señales que a su vez ejercen o deberían ejercer un efecto apaciguador o tranquilizante para quienes tienen la capacidad de reconocerlos y comprenderlos.

Quienes llevamos tiempo ejerciendo hemos conocido en alguna ocasión una forma de ejercer la profesión que prioriza la rapidez en el servicio sin importar los medios empleados y un trato basado en el desprecio hacia un animal que merece el máximo de los respetos, de hecho esta era una práctica habitual que se asumía como método efectivo de trabajo en un tiempo en el que resultaba difícil adquirir conocimientos y se aprendía por imitación.

Esta forma de trabajar produce un aumento en los niveles de estrés tanto del peluquero como del cliente canino generando una tensión insoportable, una sensación de descontrol de la situación, angustia y miedo en el perro y un aumento de la agresividad como forma de dar salida a la frustración del peluquero.

Unos métodos de trabajo que nunca fueron eficientes ni mucho menos asumibles debido a la consideración de los perros como simples objetos destinados a un negocio.

Tras años de trato con muchos y muy distintos animales, observando y tratando de mejorar las condiciones en las que se realizaba el servicio y la percepción que el perro tiene de este encontramos una nueva visión que a muchos peluqueros, educadores o simples propietarios de perros nos aportó una forma diferente de entender todo lo que estos seres nos intentaban comunicar mediante esos gestos o posturas repetidos y observados repetidamente sin comprender el mensaje.

Fue Turid Rugaas con su libro sobre el lenguaje de los perros quien hizo evidente algo que siempre había estado allí, esos gestos tan repetidos como sentarse reiteradamente o dar la espalda no eran una forma de complicar el servicio sino que contenían un mensaje que requería la comprensión y el
respeto que propician una sesión de bajo nivel de estrés y la satisfacción que produce realizar el servicio a partir de la confianza y la comprensión. 
Después vinieron otras lecturas y experiencias todas ellas enriquecedoras.

No es el nuestro un trabajo fácil especialmente porque tratamos con animales sometidos a unas condiciones de vida que limitan su necesaria vida social y en un entorno doméstico en el que sus humanos además de ignorar su naturaleza pretenden convertirlos en una especie de muñeco con vida que les aporte mucho y les pida muy poco.

El estrés el principal enemigo durante un servicio de peluquería, para el animal puede estar previamente condicionado o generado a consecuencia del servicio.

Los principales condicionantes previos pueden ser:

  • Escaso nivel de socialización y una reducida capacidad para reaccionar ante situaciones nuevas y por ello amenazantes.
  • Capacidad de comunicación y trasmisión de calma reducida y generalmente mal interpretada.
  • Experiencias previas y negativas en entornos similares a la peluquería (clínicas) o en manos de peluqueros inexpertos y adictos a clásicos métodos impositivos y correctivos.
  • Carencia de estímulo físico y mental en su vida diaria.
  • Falta de hábito o costumbre de manejo para su higiene doméstica o profesional.
  • Angustia por la separación de sus dueños en el momento de la entrada a la peluquería.

Las circunstancias negativas e inherentes al servicio de peluquería pueden ser:

  • Olores extraños y amenazadores.
  • Desconocidos que lo separan de su dueño de forma abrupta y sin presentación ni protocolo de calma previo.
  • Ruidos estridentes producidos por la maquinaria.
  • Calor sobre todo en verano que les puede resultar asfixiante.
  • Concentración en un espacio reducido.
  • Manejo incorrecto por parte de las personas dedicadas a su cuidado.
  • Invasión del área de seguridad o crítica.

Es en estos posibles factores de estrés en los que nosotros los peluqueros caninos debemos actuar, ya que podemos atenuar, modificar o eliminar todos los métodos de trabajo y comportamientos que lo produzcan tanto en perros como en personas además de favorecer aquellos que transmitan calma
y confianza.

La peluquería canina en positivo es una forma profesional de realizar las tareas de higiene y estética del perro cuyo fundamento es la comprensión y en el control de los factores que le puedan producir estrés, angustia o miedo.

Representa una relación basada en la confianza y la comunicación, una forma de realizar el servicio que favorece el respeto mutuo y en la que la prioridad absoluta es el bienestar y la seguridad del animal.


Luis Guerrero, peluquero canino.

domingo, 23 de marzo de 2014

Quiero ser peluquer@ canin@. Soy profesional ¿y ahora que?

Has finalizado tu periodo de formación, enhorabuena, ya estás preparad@ para integrarte en el mercado laboral, dedicarte a una profesión que te apasiona y seguir mejorando tu preparación.

En este punto tienes dos opciones, te estableces como empresari@ y montas tu propio salón de peluquería canina o buscas una oferta laboral que se ajuste a tus pretensiones.
La primera opción no es factible para todo el mundo ya que si pretendes progresar debes contar con los medios económicos suficientes y con una mínima preparación en gestión de empresa que aseguren al menos tu supervivencia.
La segunda opción sería la mas interesante ya que tu incorporación a un equipo en un centro de peluquería canina te permitiría poner en práctica lo aprendido anteriormente, madurar profesionalmente y adquirir la experiencia necesaria tanto para evolucionar como para asumir el riesgo de constituir tu propia empresa con mayores garantías de éxito. Esto es así en muchas otras profesiones en las que tras un periodo mas o menos prolongado de aprendizaje se impone la búsqueda de un centro en el que madurar conocimientos y adquirir experiencia a cambio incluso de asumir tareas de inferior categoría y escasamente retribuidas.

En este punto te encuentras la siguiente situación:
El número de centros dedicados exclusivamente a peluquería canina-felina o cuya principal actividad sea esta es muy escaso.
De este reducido número la mayoría están atendidos por una sola persona, normalmente un profesional a cargo de su propia empresa y con escasa o nula capacidad de contratación.

La mayor parte de las ofertas de trabajo como peluquer@ canin@ proceden de centros como clínicas y tiendas de animales cuya principal actividad no es la peluquería, en los que ofrecen servicios de higiene y cuidado del pelo como complemento a su principal función.

¿Cual es el problema?
Lo mas probable es que contraten solo a una persona con lo que queda excluida cualquier posibilidad de maduración profesional, al enfrentarte solo y desde el principio a los servicios de peluquería no existe la posibilidad de poner en práctica y mejorar lo aprendido junto a un profesional de mayor nivel.
En estos centros se impone habitualmente un ritmo de trabajo para el que aún no estarás preparad@ y normalmente se te serán asignadas tareas complementarias al servicio de peluquería tales como ventas, atención al cliente y asistencia en los servicios veterinarios.

En esta situación en la que encontrar un puesto de trabajo que se adapte a tus requerimientos se convierte en algo casi imposible much@s peluquer@s se plantean una alternativa bastante arriesgada como es la de montar su propia peluquería canina poniendo en juego los recursos económicos de los que pueden disponer en un negocio asequible en cuanto a inversión inicial pero con un elevado índice de fracaso comercial. 
Son est@s profesionales emprendedores quienes al progresar podrían ofrecer salidas profesionales a l@s recién formados pero debido a la escasa rentabilidad y a la enorme competencia en tarifas existente se ven obligad@s a trabajar en solitario. 

La dificultad para encontrar un salón de peluquería canina profesional en el que madurar es una enorme traba, un obstáculo que a menudo frustra a personas con una gran vocación obligándoles a arriesgarse prematuramente en una aventura empresarial o a abandonar definitivamente una carrera que les apasionaba.

PROXIMA ENTRADA: Quiero ser peluquer@ canin@. Conclusión.


martes, 11 de marzo de 2014

Quiero ser peluquer@ canin@. La preparación previa.

Estás decidido a ser peluquero canino y entiendes que es una actividad muy especializada que requiere una formación previa y comienzas una búsqueda que te permita seleccionar un centro o un profesional que te proporcione los conocimientos teóricos y las practicas que te permitan prepararte para tu inserción en el apasionante mundo de la peluquería canina profesional.  

En el pasado resultaba una misión imposible encontrar un sitio donde aprender, era un tiempo en el que los conocimientos eran escasos y atesorados con celo y mucho misterio entre los peluqueros caninos que solían ser además criadores y participantes en exposiciones de belleza y la única forma de aprender consistía en la imitación de lo se conseguía observar lo que resultaba un método lento y poco eficiente para llegar a convertirse en un buen profesional.

Ahora la oferta de formación es enorme y resulta un problema decidir entre tantas y tan diversas posibilidades. Y es que al tratarse de una formación no reglada no tienes la garantía de que los contenidos y las prácticas sean los mismos en todas las ofertas formativas por lo que te tienes que arriesgar o guiarte por  las referencias de anteriores alumnos.

Las principales opciones que tienes a tu disposición consisten en:
-Centros multiformación que ofrecen cursos de muy distintas actividades entre las que se encuentra la peluquería canina.
-Peluquerías caninas que complementan su actividad con la realización de cursos.
Y como formación complementaria y especialización se organizan por todo el país una gran cantidad de seminarios y eventos formativos a cargo de profesionales de reconocido prestigio.

La duda que te asalta a la hora de elegir el camino de tu formación es ¿cual de estas alternativas resultará la adecuada?
La respuesta resulta difícil aunque sería muy recomendable que antes de inscribirte o firmar ningún tipo de contrato contrastaras las distintas ofertas y solicitaras información sobre las características del curso al centro o al profesional que estará a cargo de tu aprendizaje.


Este es un paso muy importante en tu camino profesional ya que de esta elección dependerá tu preparación para tu posterior incorporación al mercado laboral o el éxito de tu aventura como empresario en el sector de la higiene y cuidado de perros y gatos.
Una formación incompleta será un obstáculo en tu carrera que deberás subsanar mas tarde si pretendes realizar tu trabajo con la suficiente garantía y calidad en el servicio.

Debes tener en cuenta que en la nuestra como en las demás profesiones la formación es continua,  siempre habrá algo nuevo que aprender y mejorar pero eso es lo que hace que independientemente del tiempo que lleves ejerciendo puedas mantener la misma pasión por lo que haces y la satisfacción de conocer y aplicar el procedimiento adecuado a cada caso o servicio que realices.






PROXIMA ENTRADA: Quiero ser peluquer@ canin@. ¿Soy profesional y ahora que?.











domingo, 2 de marzo de 2014

Quiero ser peluquer@ canin@. El inicio de la carrera.


Un día, influenciado por los anuncios que te ofrecen el acceso a una profesión de gran futuro y que coincide con una de tus mayores aficiones, los animales y su cuidado, o tal vez invadido por la imagen del peluquero de tus mascotas, una persona que realiza una actividad en apariencia fácil y cómoda y además gana, según tu apreciación, una pequeña fortuna decides que ha llegado el momento de dar un giro en tu vida o iniciar el camino que sin duda te llevará a disfrutar de una apasionante y a la vez rentable profesión.

En parte no te falta razón ya que la mayoría de las personas que nos dedicamos a la peluquería canina y felina nos consideramos unos afortunados por realizar una labor que nos proporciona muchas satisfacciones al tiempo que nos permite obtener unos ingresos.

La cuestión que deberías plantearte en primer lugar es que esta es una actividad vocacional, altamente especializada, que requiere un esfuerzo físico diario y que en realidad no está suficientemente bien compensada económicamente. 
Una actividad que resulta muy gratificante cuando la formación recibida y las condiciones laborales son las adecuadas pero que puede resultar muy ingrata y quemar rápidamente la vocación de muchas personas cuando las condiciones no les permiten desarrollar su profesión en la forma que quisieran.
Una vez te has decidido a iniciar tu carrera en el apasionante mundo de la peluquería canina tienes dos opciones, acceder directamente al mercado laboral con la idea de ir aprendiendo con la práctica o iniciar la búsqueda de un centro de formación o de un profesional que acceda a proporcionarte los conocimientos mínimos necesarios.
En este momento comienzas una carrera de obstáculos en la cual te enfrentarás a un camino repleto de trampas, una carrera cuyo éxito o fracaso dependerá de tu esfuerzo e ilusión, de las decisiones tomadas en cada momento y de los profesionales que orienten tu camino.

Iniciar esta actividad sin la necesaria y mínima formación previa para el puesto que vas a ocupar es el principal error de partida. Las ganas por comenzar y la falsa consideración de que cualquiera, por el hecho de cuidar de sus mascotas, está capacitado para ejercer profesionalmente puede llevarte a responder a unas de esas ofertas laborales de algunos centros no especializados que ofrecen como complemento servicios de peluquería canina. El trabajo en este tipo de establecimientos se basa exclusivamente en la rentabilidad del servicio, la consideración profesional del peluquero canino es escasa o nula, los servicios que se ofrecen son inadecuados e incluso en muchas ocasiones podrían ser considerados como malas prácticas profesionales y la posibilidad de adquirir formación es muy escasa debido a la insuficiente preparación y capacitación del personal.

Esta es la primera trampa que encontraras en tu camino, una trampa fácil de evitar si consideras previamente la necesidad de recibir formación previa a tu integración en el mercado laboral.

Te informas y decides seleccionar un centro formativo y te encuentras que esta es una actividad con una formación no reglada.

¿QUÉ ES LA FORMACIÓN NO REGLADA?
Es toda la educación que se sitúa al margen del Sistema Educativo Oficial, por lo que sus títulos no son oficiales (o lo que es lo mismo, no conducen a la obtención de un título oficial).
Este tipo de formación se caracteriza por:
- Ofrecer mayor libertad para desarrollar planes educativos más variados, como ocurre con los cursos de especialización impartidos por universidades, academias, centros de estudios privados.
- Englobar aquellas enseñanzas, aprendizajes, cursos, seminarios... de diversas temáticas que se hacen para iniciarse, especializarse, o bien como hobby o para ampliar conocimientos.

PROXIMA ENTRADA:  Quiero ser peluquer@ canin@. La preparación previa.

jueves, 6 de febrero de 2014

Necesidad de cuidados

Nuestros perros tienen unas necesidades específicas para su correcto desarrollo y bienestar, los mas importantes son:

UNA ALIMENTACION ADECUADA Y EQUILIBRADA

Informate sobre las necesidades alimenticias específicas de tu perro y proporcionale el alimento mas adecuado a sus características. 

RELACIONES SOCIALES CON SUS SEMEJANTES
Nuestros perros son animales sociales y como tales necesitan el contacto y la comunicación con sus semejantes en todos los periodos de su vida.

LA AGRADABLE E IMPRESCINDIBLE PERTENENCIA A UN GRUPO

Para un perro pertenecer a un grupo ya sea canino o humano le ofrece la seguridad y el equilibrio que necesita.

EL EJERCICIO NECESARIO

Son animales que necesitan caminar, correr y saltar para mantener en forma un fisico destinado a buscar, acechar y perseguir presas.

EL OLFATEO Y TODO TIPO DE ESTIMULACION MENTAL

El olfato es un sentido muy desarrollado en tu perro, buscar e investigar olores es el mejor de los estímulos mentales y una excelente forma de relajación. 

LA EDUCACIÓN PARA LA CONVIVENCIA

Los perros con los que compartimos nuestra vida no están preparados para habitar un entorno que a menudo les resulta hostil y aceptar unas normas de convivencia que les son ajenas por lo que necesitan ser educados para desenvolverse sin problemas en nuestra sociedad.

LA HIGIENE NECESARIA PARA LA CONVIVENCIA

La proximidad de la relación con nuestros perros y determinadas características de pelo y piel de muchos hacen que su higiene sea tan importante como la nuestra. 

Descuidar sus necesidades por desconocimiento o falta de interés es una forma de abandono 



EL DEPENDE DE TI Y CONFIA EN TU CUIDADO, NO LO ABANDONES

jueves, 30 de enero de 2014

Servicios poco profesionales II


El esquilado o rasurado excesivamente corto del pelaje del perro es una práctica poco recomendable que no aporta soluciones eficientes y que puede resultar perjudicial para su salud.

No refresca al animal sino que lo deja mas desprotegido y expuesto a sufrir sobrecalentamiento y quemaduras solares. El calor.

No evita la molestia que representa la constante muda en el entorno doméstico. La muda.


Produce una trasformación que convierte a un bello animal en otro diferente restandole naturalidad y armonía. La estética


Este tipo de servicios de corte extremo son muy solicitados en las peluquerías caninas por personas faltas de información o asesoramiento a menudo guiadas por una costumbre tan arraigada en esta sociedad como es la de esquilar el perro "cuando toca" o "porque siempre se ha hecho así".

Es un servicio que llena peluquerías y centros veterinarios que ofrecen, generalmente a bajo precio, el esquilado indiscriminado de perros de cualquier raza, tipo o con características propias que desaconsejen un rasurado excesivo.

Perros con mantos que tardarán mucho tiempo en recuperar y que perderán tras varias sesiones toda su capacidad de protección, su textura, color y belleza tornándose opacos, grasos y sucios. 
Perros con problemas en la piel o con predisposiciones genéticas a padecerlos que verán incrementados los mismos. 



Cualquier peluquero canino profesional y comprometido con el bienestar de los animales a su cargo ofrecerá siempre una alternativa a la sinrazón del esquilado salvo que las circunstancias debidas al abandono del cuidado del manto del perro por parte del dueño así lo aconsejen. 







viernes, 24 de enero de 2014

Servicios poco profesionales

Con cierta frecuencia podemos ver paseando por la calle a personas con perros, generalmente de raza, quienes se supone por la apariencia del animal que han confiado a un profesional de la peluquería canina el arreglo y cuidado de sus compañeros caninos.

Estos perros presentan unos arreglos que demuestran una carencia absoluta de conocimientos sobre los principios básicos de la peluquería canina y hacen evidente la falta de interés de sus creadores por iniciarse correctamente en esta profesión.

Como trabajo de aficionado podemos considerar que son incorrectos en cuanto a planteamiento y ejecución ya que no son en absoluto reflejo de lo expresado en el estándar de la raza, donde se detallan entre otras las características morfológicas deseables en cada una, ni la técnica aplicada es la requerida puesto que son sometidos a rasurados excesivos mantos que debieran ser regenerados mediante el arrancado selectivo del pelo maduro o "viejo" o retocados a tijera para esculpir
determinadas formas o volúmenes que mejoren su apariencia general.

Como trabajo profesional estos arreglos resultan un fracaso que casi podría entrar en la categoría de estafa puesto que  quien desconoce las esencias de la profesión no se puede considerar profesional o experto y no debería cobrar quien realiza un trabajo deficiente en calidad cuando lo que ofrece es un servicio especializado, un servicio que debería buscar principalmente el bienestar del animal y mejorar su apariencia aplicando conceptos como el equilibrio, la simetría y la armonía en las formas. 

Todos los profesionales hemos tenido unos inicios y hemos realizado todo tipo de pifias pero podemos considerar que con la facilidad que se accede actualmente a la información y la abundancia de cursos, seminarios, talleres y todo tipo de eventos formativos a los que se puede asistir estas cosas no se deberían ver con tanta frecuencia y lo que es aun peor no deberían mostrarse en Internet como creaciones de las que sentirse satisfecho y que puedan servir de mal ejemplo a quienes se inician en esta actividad.



Para ser positiva la peluquería canina debe ofrecer servicios de calidad realizados por especialistas competentes y debidamente formados no solo en el manejo sino también en las diferentes técnicas y en la morfología canina aplicada en la peluquería canina.