domingo, 23 de marzo de 2014

Quiero ser peluquer@ canin@. Soy profesional ¿y ahora que?

Has finalizado tu periodo de formación, enhorabuena, ya estás preparad@ para integrarte en el mercado laboral, dedicarte a una profesión que te apasiona y seguir mejorando tu preparación.

En este punto tienes dos opciones, te estableces como empresari@ y montas tu propio salón de peluquería canina o buscas una oferta laboral que se ajuste a tus pretensiones.
La primera opción no es factible para todo el mundo ya que si pretendes progresar debes contar con los medios económicos suficientes y con una mínima preparación en gestión de empresa que aseguren al menos tu supervivencia.
La segunda opción sería la mas interesante ya que tu incorporación a un equipo en un centro de peluquería canina te permitiría poner en práctica lo aprendido anteriormente, madurar profesionalmente y adquirir la experiencia necesaria tanto para evolucionar como para asumir el riesgo de constituir tu propia empresa con mayores garantías de éxito. Esto es así en muchas otras profesiones en las que tras un periodo mas o menos prolongado de aprendizaje se impone la búsqueda de un centro en el que madurar conocimientos y adquirir experiencia a cambio incluso de asumir tareas de inferior categoría y escasamente retribuidas.

En este punto te encuentras la siguiente situación:
El número de centros dedicados exclusivamente a peluquería canina-felina o cuya principal actividad sea esta es muy escaso.
De este reducido número la mayoría están atendidos por una sola persona, normalmente un profesional a cargo de su propia empresa y con escasa o nula capacidad de contratación.

La mayor parte de las ofertas de trabajo como peluquer@ canin@ proceden de centros como clínicas y tiendas de animales cuya principal actividad no es la peluquería, en los que ofrecen servicios de higiene y cuidado del pelo como complemento a su principal función.

¿Cual es el problema?
Lo mas probable es que contraten solo a una persona con lo que queda excluida cualquier posibilidad de maduración profesional, al enfrentarte solo y desde el principio a los servicios de peluquería no existe la posibilidad de poner en práctica y mejorar lo aprendido junto a un profesional de mayor nivel.
En estos centros se impone habitualmente un ritmo de trabajo para el que aún no estarás preparad@ y normalmente se te serán asignadas tareas complementarias al servicio de peluquería tales como ventas, atención al cliente y asistencia en los servicios veterinarios.

En esta situación en la que encontrar un puesto de trabajo que se adapte a tus requerimientos se convierte en algo casi imposible much@s peluquer@s se plantean una alternativa bastante arriesgada como es la de montar su propia peluquería canina poniendo en juego los recursos económicos de los que pueden disponer en un negocio asequible en cuanto a inversión inicial pero con un elevado índice de fracaso comercial. 
Son est@s profesionales emprendedores quienes al progresar podrían ofrecer salidas profesionales a l@s recién formados pero debido a la escasa rentabilidad y a la enorme competencia en tarifas existente se ven obligad@s a trabajar en solitario. 

La dificultad para encontrar un salón de peluquería canina profesional en el que madurar es una enorme traba, un obstáculo que a menudo frustra a personas con una gran vocación obligándoles a arriesgarse prematuramente en una aventura empresarial o a abandonar definitivamente una carrera que les apasionaba.

PROXIMA ENTRADA: Quiero ser peluquer@ canin@. Conclusión.


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