martes, 14 de enero de 2014

El uso del bozal

Leo en publicaciones o anuncios de cursos de peluquería canina en positivo comentarios contrarios al uso del bozal y no entiendo las reticencias al uso de una herramienta que en ocasiones resulta imprescindible para la propia seguridad y que supone un eficaz elemento de inhibición del mordisco.

No pretendo generalizar el uso del bozal sino restringirlo a aquellos casos extremos en los que el perro, sea por el motivo que sea, pone en peligro la integridad física del peluquero. Está claro que nuestra intención ha de ser en todo momento el comunicar la calma, la confianza y el control de la situación que reduzcan el nivel de estrés y nos permitan desarrollar una sesión de peluquería satisfactoria para ambas partes pero hay casos en los que por causas ajenas como condicionamientos previos y bajo umbral de mordida existe una amenaza real de agresión.

Pienso que el uso del bozal en estos casos excepcionales, siempre bajo un control directo del peluquero para evitar auto lesiones en el intento de liberarse del mismo, supone una ayuda que permite al profesional centrarse en el trabajo sin la tensión que supone estar pendiente de una reacción agresiva e incluso para el perro esta inhibición del mordisco suele producir un efecto relajante.

Por supuesto el uso del bozal requiere:

Control directo
Todo el tiempo que el perro porte bozal debe estar bajo la observación directa de un profesional y en ningún caso se puede dejar a un animal desatendido mientras lleve un bozal.

Uso puntual
La colocación del bozal debe limitarse a los casos que supongan un peligro real para el peluquero y ha de ser este en función de su experiencia quien decida el momento de su uso.

Uso temporal
Se debe limitar el uso a los periodos de manipulación directa de las zonas que provocan una reacción agresiva como son a menudo las patas y otras zonas sensibles al contacto directo.

Uso razonable
En ningún caso debe imponerse por la fuerza el uso del bozal a un animal que debido a determinadas características como falta de socialización o resistencia a la manipulación muestre extremas reticencias a su colocación o le suponga un motivo de estres o sufrimiento añadido

Comodidad
Los bozales deben ser preferentemente de materiales que resulten cómodos, ligeros y no puedan generar roces o lesiones en una zona tan delicada como es el hocico y de apertura regulable, los bozales realizados con  nylon o neopreno serian una buena opción.

El bozal al igual que otras herramientas puede ser útil para la realización de determinadas tareas de peluquería canina pero el responsable de su correcto uso es siempre el profesional ya que es quien debe decidir según su propio criterio en base a su formación y experiencia la herramienta y el procedimiento adecuado de uso desde el respeto y la comprensión hacia el animal a su cuidado.

1 comentario:

  1. Quiero añadir por consejo de mi amiga Heather que el uso del bozal puede dificultar el jadeo y elevar la temperatura corporal.

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